Ritual para Cerrar Ciclos
Cerrar ciclos no implica olvidar, sino liberarnos de las cadenas que nos atan a eventos pasados, permitiéndonos avanzar con más ligereza.
por Carola D’Angelo | 29 julio 2023
La Ley de Asunción, también conocida como la Ley de la Creación Consciente, es una poderosa herramienta que nos permite influir en nuestra realidad a través de nuestros pensamientos y emociones. A diferencia de la Ley de Atracción, que se enfoca en atraer cosas desde una sensación de carencia, la Ley de Asunción opera desde el Ser, enfocado en el Yo Soy, permitiéndonos manifestar nuestros deseos al vivir desde la emoción del deseo cumplido. A través de la práctica consciente de la Ley de Asunción, podemos manifestar nuestros deseos y cambiar nuestra realidad.
Al asumir conscientemente un estado de consciencia o experiencia deseada y persistir en ello con fe y certeza, podemos alinear nuestras energías y emociones con la realidad que deseamos experimentar. Al fusionar la Ley de Asunción con la Ley de Atracción, podemos lograr resultados transformadores en nuestra vida. Es una invitación a hacernos responsables de nuestra realidad y a manifestar nuestros objetivos desde un enfoque más auténtico y profundo, creando conexiones genuinas y significativas con el mundo que nos rodea.
La Ley de Asunción es un concepto poderoso que surge como una metodología complementaria a la Ley de Atracción, creada por Neville Goddard. La esencia de esta ley radica en asumir un estado de consciencia deseado para manifestar nuestros propósitos. La ley de Asunción se fundamenta en la premisa de que somos seres creadores con la capacidad de influir en nuestra realidad a través de nuestros pensamientos y emociones.
Cuando queremos lograr algo en la vida, debemos responsabilizarnos plenamente y actuar como si ya hubiéramos alcanzado nuestro objetivo. Es decir, debemos sumergirnos en un estado de suposición y aceptación, considerando que lo que deseamos ya es una realidad presente en nuestras vidas.
Nuestros pensamientos son energía y tienen la capacidad de interactuar con el campo cuántico del universo, que a su vez responde a nuestras vibraciones. Al asumir que nuestros deseos ya están cumplidos y vivir desde esa emoción, creamos una poderosa vibración que atrae hacia nosotros las circunstancias y oportunidades que nos conducirán hacia la realización de nuestros objetivos.
En pocas palabras, la Ley de Asunción es “actuar como si” para crear nuestra realidad.
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La Ley de Asunción se pone en marcha si deseamos algo desde la consciencia y persistimos en ese deseo hasta que nuestras emociones estén alineadas con el resultado deseado, lograremos manifestarlo. Esta ley de manifestación trabaja en conjunto con la Ley de Atracción, ya que ambas se basan en la idea de que al tener un objetivo en mente y sentir que ya lo hemos alcanzado, el éxito llegará por sí mismo a través de nuestro esfuerzo y pensamiento.
El funcionamiento de la Ley de Asunción implica que, al adoptar plenamente el estado deseado y sentirlo internamente, estamos alineando nuestras energías y emociones con la realidad que deseamos manifestar. Al persistir en este estado de asunción y mantener la fe en que nuestro deseo se hará realidad, estamos creando una fuerza poderosa que atraerá el resultado deseado hacia nosotros.
Para explicar mejor cómo funciona la Ley de Asunción, consideremos el ejemplo de querer mejorar nuestra economía con un mejor empleo o un ascenso. En primer lugar, escribimos nuestro deseo en un papel de manera clara y directa. A continuación, comenzamos a asumir el estado deseado, no solo visualizando el resultado, sino sintiéndolo intensamente como si ya lo tuviéramos. Nuestros pensamientos, emociones y acciones se alinean con la idea de que ya tenemos un trabajo envidiable. Finalmente, persistimos en esta asunción, viviendo nuestras vidas con la seguridad de que hemos alcanzado nuestro objetivo. Con el tiempo, experimentaremos resultados positivos y la manifestación de nuestro deseo se hará realidad.
Para aplicar efectivamente la Ley de Asunción, se recomienda seguir algunos pasos fundamentales. Aunque cada persona puede adaptarlos según su propia guía, los principios básicos son los siguientes:
RUMBO MISTICO
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