Cómo abrir y cerrar un círculo de protección

¿Qué es un círculo de protección?

Un círculo de protección es primordial para realizar cualquier acto mágico de forma segura. Todo lo que se manifieste dentro del círculo mágico, tendrá repercusión fuera de él, además el espacio que se crea dentro del círculo tendrá una energía heterogénea al resto de la habitación en dónde se encuentre. Es decir, las energías no se podrán mezclar y es por eso que nada del círculo sale y nada entra. De esa manera nos protege a nosotros y a todo lo que esté dentro de él, de tal forma que nada del exterior intervenga en el proceso mágico.

¿Por qué trazar un círculo de protección?

Cuando realizamos un acto mágico, las energías se ven potenciadas y esto podría atraer entidades energéticas que no hemos invocado, haciendo que nuestros resultados se vean alterados y consigamos consecuencias inesperadas. Pero también las energías negativas del ambiente podrían interferir con las energías de nuestro acto mágico, no siempre se tratará de entidades.
Trazar un círculo de protección no sólo nos protegerá, sino que también actuará como barrera protectora de nuestras acciones mágicas, asegurando que las energías creadas dentro no se vean afectadas por el exterior.

¿Cuándo es necesario trazar un círculo de protección?

Abrir un círculo protector es decisión de cada uno, dependerá mucho de la creencia o religión que tengamos o si nuestra intuición así nos lo dicte. En otras palabras, queda a criterio propio, yo sólo puedo darles algunas sugerencias:
Si vas a realizar hechizos de magia negra o vas a invocar alguna entidad o Dios será necesario que te protejas con círculo. Pero si vas a hacer rituales benéficos que no requiera invocar Deidades, no será necesario, tan sólo requerirás un circulo de protección a la vela, si utilizas una. Sin embargo, si eres principiante y aún te sientes insegura, traza el círculo cada vez que quieras.

¿Cómo abrir un círculo de protección?

1. Prepara el espacio mágico:

Limpia físicamente y energéticamente el espacio que vas a utilizar para trazar el círculo.

2. Marca las limitaciones que tendrá:

Utiliza sal, piedras, arena, una soga, una tiza o velas para determinar el espacio donde estará el círculo. Ten en cuenta que dentro debes caber tú, las herramientas mágicas que vas a usar y ser suficientemente grande como para mover los brazos libremente.

3. Moja tus manos con agua salada:

De esa manera todo lo que toques estará libre de malas energías.

4. Coloca cada cosa en su lugar:

Introduce todos los elementos que vas a usar en el acto mágico dentro del círculo, coloca cada cosa en su lugar.

5. Dibujar círculo:

Con tus dedos de poder (índice y mayor) de tu mano dominante (si es que no tienes varita mágica o athame consagrados) trazarás el círculo en la dirección de las manecillas del reloj. IMPORTANTE: Tu dedo o herramientas no debe tocar el suelo al momento de trazar el círculo, sino que debe hacerse en el aire. De este modo trazaremos el círculo energético que actuará como burbuja o escudo protector.

Posiciónate en el centro del círculo y visualiza la energía rodeando el círculo mientras giras sobre tu eje.

6. Consagrar nuestro círculo:

Levanta los brazos y di en voz alta:
“Consagro este círculo de protección para (acto a realizar). Declaro este espacio como un lugar mágico y todo lo que aquí se manifieste se hará realidad. ¡Así sea!”

7. Invocación a los cuatro elementos:

Comenzamos por el ESTE y terminaremos en el NORTE.
Mirando hacia el Este recitaremos la siguiente frase:
“Espíritus y poderes del Aire, guardianes del atalaya del Este y del equinoccio de Primavera, sean bienvenidos a este espacio mágico creado para (acto mágico).”

Mirando hacia el Sur recitaremos:
“Espíritus y poderes del Fuego, guardianes del atalaya del Sur y del solsticio de Verano, sean bienvenidos a este espacio mágico creado para (acto mágico).”

Mirando hacia el Oeste recitaremos:
“Espíritus y poderes del Agua, guardianes del atalaya del Oeste y del equinoccio de Otoño, sean bienvenidos a este espacio mágico creado para (acto mágico).”

Mirando hacia el Norte recitaremos:
“Espíritus y poderes de la Tierra, guardianes del atalaya del Norte y del solsticio de Invierno, sean bienvenidos a este espacio mágico creado para (acto mágico).”

8. Invocar a un Dios si así lo requerimos:

Este paso dependerá de cada uno y de la Deidad que invoquemos, es por eso el conjuro a recitar debe ser muy personal. Se puede invocar a más de uno pero siempre con extremo cuidado y haberse informado bien antes. También se puede omitir este paso si así lo queremos.

9. Realizar el acto mágico:

Ahora estas dentro de un espacio sagrado que protegerá la energía de tu ritual o hechizo. Realiza tu acto mágico con seguridad.

¿Cómo cerrar un círculo mágico?

Cuando hayas concluido, declara el final con unas palabras, por ejemplo:
“Que todo lo que aquí se ha conjurado regrese a la tierra, gracias, gracias, gracias”

1. Despide a los Dioses y a los cuatro elementos:

Comenzando por el Norte, luego Oeste, Sur y por último el Este:
“Estoy agradecida por su presencia poderes de la Tierra y guardianes del Norte, partan en paz. Gracias, gracias, gracias.”

“Estoy agradecida por su presencia poderes del Agua y guardianes del Oeste, partan en paz. Gracias, gracias, gracias.”

“Estoy agradecida por su presencia poderes del Fuego y guardianes del Sur, partan en paz. Gracias, gracias, gracias.”

“Estoy agradecida por su presencia poderes del Aire y guardianes del Este, partan en paz. Gracias, gracias, gracias.”

2. Vuelve a trazar el círculo:

Pero esta vez en sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras lo haces visualiza como el círculo energético se va rompiendo. Recuerda comenzar por el Este, luego el Norte, el Este y por último el Sur (de forma contraria a cómo lo abrimos).

3. Declara que el círculo se cerró con una frase:

“Declaro que este círculo de protección ha cumplido con su propósito y ahora se encuentra sellado para siempre”