Ritual de Gratitud con Vela de Miel

Agradece al universo los Días 11 y 22

En un mundo donde muchas veces nos enfocamos en lo que falta, en lo que deseamos conseguir y en lo que aún no hemos alcanzado, la gratitud puede parecer un concepto olvidado o subestimado. Sin embargo, en el plano espiritual, la gratitud es una de las fuerzas más poderosas para manifestar abundancia, paz y equilibrio en nuestras vidas. En este artículo, exploraremos en profundidad el ritual de Vela de miel, un ritual de gratitud que se realiza los días 11 y 22 de cada mes, utilizando una vela de miel. Este ritual es una práctica sagrada para agradecer (no para pedir) y nos recuerda que el simple hecho de estar agradecidos nos coloca en una frecuencia donde el universo nos escucha y nos ofrece más.

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¿Por qué agradecer y no pedir?

En la vida cotidiana, es fácil caer en la costumbre de pedir: pedimos más tiempo, más dinero, mejores relaciones, éxito profesional o bienestar personal. Si bien no hay nada malo en tener deseos y objetivos, muchas veces olvidamos que ya tenemos mucho por lo que agradecer. El acto de pedir, aunque natural, a menudo nos aleja del presente y nos sitúa en una mentalidad de carencia, donde enfocamos nuestra atención en lo que falta. La gratitud, en cambio, nos recuerda todo lo que hemos recibido y nos sintoniza con una energía de abundancia.

El universo responde a la energía que emitimos. Cuando estamos constantemente en una vibración de pedir, es como si enviáramos un mensaje de que no estamos completos, de que necesitamos algo externo para sentirnos bien. Sin embargo, cuando nos enfocamos en la gratitud, nuestra vibración cambia por completo. Al agradecer, reconocemos que ya tenemos lo necesario y que estamos abiertos a recibir más sin la ansiedad o necesidad de exigirlo.

La simbología de los números 11 y 22

El ritual de gratitud con vela de miel se realiza los días 11 y 22 de cada mes por una razón muy especial. Ambos números son considerados «números maestros» en la numerología y poseen una vibración espiritual elevada que potencia nuestras intenciones y energías.

El número 11 es un número de intuición, despertar espiritual y conexión con los planos superiores. Representa la iluminación y nos invita a mirar más allá de lo material, hacia el propósito más elevado de nuestra existencia. Es un número que nos anima a conectar con nuestra intuición y a confiar en el camino espiritual.

El número 22, por otro lado, es conocido como el «Maestro Constructor». Este número tiene la capacidad de manifestar ideas y sueños en el mundo material, de transformar las visiones en realidad. El 22 nos enseña el poder de la creación, de la materialización, pero también nos recuerda que para crear necesitamos una base sólida de gratitud y confianza en el proceso.

Cuando combinamos estas dos energías en un solo ritual, aprovechamos su inmenso poder para transformar nuestras vidas desde una base de agradecimiento y reconocimiento de lo divino.

La vela de miel y su significado espiritual

Las velas han sido utilizadas en rituales espirituales desde tiempos inmemoriales, y cada color y material tiene un significado simbólico. La vela de miel, en particular, es extremadamente poderosa para rituales de gratitud, abundancia y atracción de energía positiva.

La miel es un símbolo de dulzura, abundancia y prosperidad. En muchas culturas, es vista como un regalo sagrado de la naturaleza, un alimento celestial que no solo nutre el cuerpo, sino también el espíritu. Al incorporar una vela de miel en el ritual, estás atrayendo hacia tu vida la energía de la abundancia natural, del flujo constante de bendiciones que llegan a ti sin esfuerzo.

Además, la miel es producto del trabajo colectivo de las abejas, lo que añade un componente de colaboración, dedicación y esfuerzo compartido. Al encender una vela de miel, también estás invocando la energía del trabajo bien hecho, del esfuerzo que rinde frutos y de la comunidad.

Ritual de gratitud con Vela de Miel paso a paso

Este ritual es sencillo, pero sumamente poderoso. La clave está en realizarlo desde un estado de gratitud auténtica, con una intención clara de agradecer, no de pedir. Para ello, sigue los pasos que te detallo a continuación:

Materiales necesarios:

  • Una vela de miel
  • Un espacio limpio y tranquilo.
  • Un fósforo para encender la vela
  • Incienso para purificar el espacio.

Opcional: cristales, flores o cualquier otro objeto simbólico que te ayude a conectar con tu energía espiritual.

Pasos del Ritual:

1. Crea un espacio sagrado:

Antes de comenzar, elige un lugar tranquilo donde puedas estar en paz. Limpia el área de cualquier energía negativa utilizando un incienso y elevar las vibraciones del espacio.

2. Conéctate con la gratitud:

Siéntate en calma frente a tu vela de miel. Respira profundamente varias veces y cierra los ojos. En este momento, empieza a pensar en todas las cosas por las que te sientes agradecido: tu salud, tus seres queridos, tus logros, las experiencias que te han formado. Este paso es crucial porque el ritual gira en torno a la gratitud. Puedes ayudarte de una lista que hayas hecho previamente.

3. Enciende la vela con intención:

Toma un fósforo de madera y enciende la vela de miel. Mientras lo haces, enfócate en la energía de gratitud. Siente cómo tu agradecimiento se eleva junto con la llama de la vela. Recuerda que este no es un momento para pedir, sino para agradecer sinceramente por todo lo que ya has recibido.

4. Recita una afirmación de gratitud:

Puedes recitar una oración o afirmación que refuerce tu gratitud. Un ejemplo puede ser:

«Gracias, universo, por todas las bendiciones que ya he recibido y las que están por venir. Estoy en sintonía con la abundancia que fluye hacia mí y agradezco cada momento, cada lección y cada regalo que la vida me ha dado. Así es, así será.»

5. Meditación en gratitud:

Permanece en un estado meditativo mientras observas la vela arder. Enfócate en lo que ya tienes y en cómo eso te ha nutrido espiritualmente. Siente la gratitud expandiéndose dentro de ti y alrededor tuyo. La energía de la gratitud atraerá más de lo bueno a tu vida, pero no desde un lugar de carencia o necesidad, sino desde la plenitud de saber que ya estás recibiendo lo que necesitas.

6. Deja que la vela se consuma:

Este ritual debe completarse dejando que la vela de miel se consuma por completo una vez que ya sientas que terminaste de enfocarte en agradecer. No la apagues; deja que la llama siga su curso natural. Mientras lo hace, si lo sientes puedes continuar en un estado de paz y agradecimiento.

Beneficios de la gratitud constante

Realizar este ritual de forma regular puede ayudarte a mantener una actitud de gratitud constante en tu vida, lo que tiene beneficios tanto espirituales como emocionales. A nivel energético, la gratitud abre puertas a la abundancia, la paz y el bienestar, ya que el universo responde a la energía que emitimos.

A nivel emocional, la gratitud nos conecta con el presente y nos ayuda a enfocarnos en lo que ya es, en lugar de lo que podría ser. Nos aleja de la ansiedad por el futuro o el arrepentimiento por el pasado, llevándonos al momento presente, donde la vida sucede realmente.

Recuerda que cuanto más agradeces lo que ya tienes, más cosas buenas vendrán a ti, no porque las pidas, sino porque has abierto el espacio para recibirlas con el corazón lleno de gratitud.