Síntomas del despertar espiritual

Un viaje hacia la transformación personal

El despertar espiritual es un proceso por el cual vamos descubriendo todo nuestro potencial. Nuestro desarrollo espiritual puede darse de forma progresiva o instantánea, el caso es que en algún momento de nuestras vidas tenemos la necesidad de hacer algunos cambios como por ejemplo dejar ir prejuicios, inseguridades y vicios. Y a raíz de estos cambios, podemos sentir que hemos renacido y empezamos a vivir con más conciencia. Entre los síntomas del despertar espiritual, podemos encontrar que nuestros dones espirituales empiezan a incrementarse, nuestra visión es más amplia gracias a nuestro tercer ojo y podemos sentir emociones que nunca antes hemos sentido.

En nuestro renacer, es muy común sentir que ya no encajamos con nuestro yo del pasado. Este sentimiento nos hace guardarnos dentro de nuestro hogar, evadir a ciertas personas o lugares, evitar contar nuestros sentimientos y pensamientos y cambiar nuestros hábitos.
Cada vez somos más las personas conscientes de que hay algo mal con la sociedad impuesta por las revistas, la televisión y las películas. Y necesitamos conocer la verdad y la felicidad por nuestra propia cuenta, sin todas esas superficialidades que no son más que una puesta en escena. También somos conscientes que para cambiar el mundo, primero debemos cambiar nosotros mismos.

Algunas personas transitan esta transformación por etapas, de forma gradual y algunas otras el despertar se da de forma repentina. Estos últimos son los que más difícil transitan este cambio, por lo que no suele ser un proceso agradable.
En cualquier caso, no todas las personas tienen los mismos síntomas, así como tampoco lo pasan y lo viven de la misma manera.

Veamos algunos de los síntomas más comunes que nos ocurren cuando tenemos un despertar de la consciencia.

Señales del despertar espiritual:

Tienes un fuerte deseo de estar en casa:

En tu hogar te sientes cómodo y seguro, prefieres leer un libro y meditar que estar en contacto con otras personas. Esto se debe a la necesidad de ocuparse de asuntos internos, también se debe a los cambios que estamos atravesando, además muy en el fondo sabemos que nunca estaremos solos, aunque estemos en una etapa de introversión.

Sientes que tu intuición está muy desarrollada:

La habilidad de la intuición aumenta debido a que estamos más alerta, nuestro tercer ojo está despertando y está recibiendo señales que no puede dejar pasar. Sabemos con exactitud lo que va a pasar en determinadas circunstancias y somos capaces de identificar ciertos patrones de conducta en las personas que antes pasábamos por alto. Experimentamos algunas visiones inesperadas del futuro pero las más comunes son de vidas pasadas, recuerdos que resurgen de forma súbita, no podemos explicarlo pero sabemos que son recuerdos dormidos.

Viejos asuntos traumáticos vuelven a surgir:

Puede que un día te acuerdes de un suceso del pasado que te causó angustia y revivas esos sentimientos por un tiempo, dependiendo de cada caso puede llegar a ser un proceso bastante caótico. En ocasiones el trauma se traslada a los sueños, aumentando así la inquietud. Estos viejos asuntos reaparecen por la necesidad de sanar internamente y sentirnos en paz completamente para poder vivir el presente en plenitud. Date la oportunidad de reflexionar, de perdonar y de perdonarte a ti mismo (si así lo requieres), de aceptarte y amarte tal cual eres.

Sentimientos de gratitud aumentados:

Comienzas a tener en claro cuáles son tus prioridades, a ser más consciente de tú alrededor, a valorar lo que tienes y a ser agradecido con la vida. Descubres que la gratitud es la llave de la abundancia.

Necesidad de introspección:

La necesidad de buscar en nuestro interior se da de forma involuntaria por lo mismo que veníamos hablando, tratar de conocernos y sanarnos para vivir en paz. Además con el autoconocimiento somos capaces de desarrollar nuestros dones espirituales de una manera más rápida.

Comienzas a recibir señales:

Experimentas el contacto con seres espirituales que se comunican a través de señales. Tu estado alerta te hará captarlas y entender el mensaje, a veces pueden ser advertencias así que no es recomendable obviarlas. Estas señales son diversas, pueden susurrar tu nombre, enviarte animales, plumas, hablarte en sueños, mandarte sincronías con números, etc.

Mayor conexión con la naturaleza:

Estar en contacto con la naturaleza te genera una sensación de paz y bienestar que antes no sentías. Puede que comiences a sentir rechazo por los lugares repletos de gente y empieces a apreciar el olor a tierra mojada, el sonido de la lluvia, el viento en la cara y sentarte en el pasto. Es probable también que el respeto por los animales te aflore y rechaces comer carne.

Comienzas a cuestionar tus creencias:

La interpretación que tenías del mundo comienza a verse deliberada cuando investigas y descubres otras culturas, otras creencias y otros estilos de vida que no son los que te han impuesto de pequeño y que te convencen más o simplemente resultan más congruentes con tu camino espiritual.

Pierdes el miedo a la muerte:

Tener miedo a la muerte es también tener miedo a vivir, ya que de alguna manera te limita para llevar a cabo las experiencias de la propia vida. En este transcurso vas a entender que la muerte es un principio natural de la vida y que no debe bloquear tu camino.

Sensibilidad incrementada:

Eres capaz de sentir más que antes, los sentimientos se intensifican y no tienes miedo de expresarlos, no los reprimes ni los escondes. En ocasiones serás capaz de sentir lo que sienten las personas a tu alrededor sin quererlo y sin que la otra persona así lo desee.

Cambias tus relaciones:

Simplemente ya no eres compatible con algunas personas del pasado, tal vez no están vibrando en la misma sintonía o quizás hayas descubierto algunas actitudes negativas gracias a tu sensibilidad y habilidades desarrolladas. Es muy común que un gran número de personas pasen a formar parte del pasado, pero no te preocupes porque llegarán personas nuevas más acordes a tu presente.

Sueños lúcidos y premonitorios:

Algunos sueños nos pueden brindar información de hechos que pasaron a nuestras espaldas o que están por pasar. También podemos experimentar cualquier tipo de trastorno del sueño (pesadillas, terrores nocturnos, parálisis del sueño, viajes astrales, etc.) pero los más comunes son los sueños que nos anticipan alguna información y los sueños lúcidos, que son aquellos sueños en los que somos conscientes que estamos soñando.